martes, 9 de febrero de 2010

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aprendí
que el árbol de la vida
tiene tres elementos fundamentales:
raíz, tronco y ramas

las flores,
por muy bellas,
sólo son ocasionales

cipitío



Sobre los elementos fundamentales de la democracia. I.

No voy a hacer en esta oportunidad un estudio detallado de lo que significa la democracia, ni de su origen, ni de la semántica de la palabra. Ese estudio ya ha sido hecho por otros con la profundidad necesaria, mucho más de la que yo pueda lograr.

Mi propósito en esta oportunidad es la de hablar de los elementos fundamentales de la democracia, sin los cuales la misma no puede existir.

Antes de entrar a detallar estos elementos, permitáseme hacer uso de una analogía física que puede ser de mucha utilidad. No se si el lector ha oído la frase: "Una mesa de tres patas nunca queda patoja". Para los estudiantes de ingeniería, ese concepto no será nuevo; concepto que además lo usan más tarde en su desarrollo profesional para el diseño de estructuras.

El Escudo Nacional de El Salvador, tiene un triángulo equilatero, cuyos lados significan la igualdad de los tres poderes del estado: el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo, y el Poder Judicial. Perfecto ¿Verdad? En la realidad todos sabemos que esos tres poderes son tan elásticos que bien pueden estirarse o encogerse hasta amoldarse a las condiciones políticas imperantes. Por lo menos, bajo la ley, esos tres poderes mantienen su independencia relativa en la vida política del país, cuando en la realidad, uno de esos poderes puede fundirse o anular a los otros dos.

Anular uno de esos tres poderes, significa tener una mesa de dos patas, y se necesitaría de la existencia de milagros políticos para que dicha mesa amputada se pueda parar. La historia reciente latino americana nos ha enseñado que en muchas instancias la anulación de alguno de esos catetos, fue suplido por las instituciones armadas, con las consecuencias ya conocidas.

A veces se habla de otro triángulo: Gobierno, Empresa Privada, y Pueblo; y aunque ese es un triángulo válido (por cuanto contiene tres conceptos), no será tema a desarrollar por el momento. Baste decir que en ese supuesto triángulo se desnaturaliza lo que se puede considerar como democracia.

De lo otro que no voy a hablar es de las elecciones o el voto, que si bien es cierto, es un ejercicio indispensable y necesario que posibilita y legitimiza la toma de decisiones, es parte integral de uno de los elementos fundamentales de la democracia que se tratarán más adelante.

En muchas ocasiones, cuando se habla de democracia, se hace un alarde enorme de las elecciones como el "ejercicio democrático" de los pueblos, como si éstas fueran la panacea que cura los males de los totalitarismos, las dictaduras, los despotismos, los malos gobiernos, etc. Baste decir, que lejos estamos de conseguir la verdadera democracia si dejamos al pueblo que una vez cada dos, tres, cuatro, o cinco años, éste se acerque a las urnas a depositar su voluntad, y dejar así a uno o varios candidatos para que éstos hagan durante ese período lo que sea su voluntad. Desde el punto de vista económico, este ejercicio es un gasto innecesario de recursos. Desde el punto de vista de la educación política popular es una falla total. Desde el punto de vista del ejercicio de la retórica y de la oratoria es un mal ejemplo de ambas disciplinas. Desde el punto de vista del ejercicio de la verdad es una burla completa. Desde el punto de vista de la propaganda vacía y de los "shows" sensacionalistas, es todo un éxito.

En los siguientes envíos, desarrollaré estas ideas.

dago. Feb. 7, 2010.