domingo, 14 de febrero de 2010

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es la luz del sol energía que da fuerza
es la tierra quien provee los nutrientes
y el agua evaporada que vuela con las nubes
se deja caer como lluvia que alimenta nuestras fuentes

si todos los elementos participan en el desarrollo de la vida
es menester entonces nuestra presencia
para conservarla
y para hacerla digna

cipitío.

 
 
Sobre los elementos fundamentales de la democracia. IV.

La Participación.

 
Hasta aquí he abordado dos aspectos fundamentales que deben sostener una democracia: la organización y la educación. Quiero ahora abordar el tercer elemento que forma parte de este triángulo: la participación.
En un país determinado existen muchas organizaciones formadas para distintos fines. Dichas organizaciones son doctas en lo que hacen, o en lo que pretenden. Pues bien, si estamos hablando de democracia, es necesario que existan organizaciones idóneas que participen en los planes de desarrollo de su destino. Estas organizaciones deben incidir decidicamente en los destinos de su sociedad.

Tomemos una tarea determinada, como la siembra y la cosecha de la milpa por ejemplo. Es necesario conocer la fecha de la siembra, la preparación del terreno con las herramientas adecuadas (sean estas el arado artesanal o el tractor moderno), tener la experiencia adecuada para mantener la milpa en buenas condiciones, tanto protegidas de las plagas como de las aves, saber cuando es el tiempo de la cosecha. Se necesita pues, el conocimiento adecuado y la experiencia necesaria para obtener los mejores resultados. Por supuesto, esos mejores resultados dependen también de otros factores como la calidad de la semilla, la prepararión y calidad del terreno, las condiciones climatológicas del lugar, etcétera.

En este ejemplo, es indispensable contar con los tres elementos de los que he venido hablando: la organización, la educación, la participación. Ahora cabe hacer la pregunta siguiente: si esos elementos son necesarios para sembrar y cosechar una milpa, ¿no deben ser también necesarios para construir una democracia?

Ningún campesino realizará su siembra y regresará hasta que sea tiempo de la cosecha. Si lo hace así, lo más seguro es que los resultados sean más dependientes de la suerte, que de sus propios esfuerzos, y puede ser que cuando piense en realizar la cosecha, se de cuenta que la mala hierba no la dejó crecer, que las plagas dañaron muchas mazorcas, o que las lluvias empozaron el terreno y pudrieron buena parte del sembradío.
Entonces, si estamos sembrando la democracia, bajo ningún punto de vista es conveniente plantar un funcionario, dejarlo a sus anchas y regresar al final de su período para pedirle cuentas. Ese modelo no cabe en lo que se debe entender por democracia, a pesar de que por muchos años se ha predicado que ese es el modelo ideal, y hasta se le ha llamado "democracia representativa".

La participación del pueblo es un elemento fundamental. Sirve para corregir en el momento las desviaciones que los ejecutores puedan tener. Es como corregir el árbol cuando se comienza a torcer y no esperar a que esté torcido para cortarlo y hacerlo leña. La participación también sirve para que en su ejercicio se vayan identificando los cuadros humanos que cuentan o que han adquiriddo las cualificaciones necesarias para continuar con ese proceso. Los futuros cuadros se dan a conocer a través de su trabajo, y se convierten así en los próximos candidatos porque han sido fogueados en el trabajo. La participación es el elemento dinámico de este proceso, si el cual, éste es un proceso muerto, estático, y engañoso.

Debo hacer un paréntesis necesario en este momento para decir algo que considero es importante. En el mundo occidental se habla de democracia representativa y de democracia participativa. Desde mi punto de vista muy personal, no existe tal cosa, o existe la democracia y en este caso es participativa, o no existe aunque se llame representativa. En los Estados Unidos por ejemplo, país que se toma como ejemplo de democracia, existen ambas expresiones, porque mientras al pueblo de los Estados Unidos se le vende un candidato a costos exhuberantes y con el cual no volveran a interactuar hasta el final de su período (bajo la farsa de lo que se llama democracia representativa), las grandes corporaciones gastan millones de dólares en continuos cabildeos para empujar sus agendas (en este caso muy particular el ejercicio de la participación es constante, fuerte, y en algunos casos linda con la corrupción), desarrollando de ese modo una democracia real para una determinada clase social (aunque la palabra correcta e incorrecta sería oligocracia; correcta porque es democracia para unos pocos, incorrecta porque no está registrada en el idioma oficial).

Lo anterior es importante tomarlo muy en cuenta cuando se hable de democracia porque para lo que al pueblo le está vedado, para las grandes corporaciones está permitido. Cabildear, de la forma como lo practica la mal llamada democracia occidental, es prohibitivo para los pueblos.

Es por ello que el gran capital no entiende porque los pueblos se quejan de ese sistema democrático, porque ellos si pueden participar activamente en la vida política del país, pero no se dan cuenta, que esa participación no le está permitida al pueblo. Por supuesto, al menos en los Estados Unidos, los ciudadanos pueden hacer llamadas telefónicas, enviar cartas, a sus congresistas o representantes, cosa que no garantiza el ser escuchados. Hasta aquí el paréntesis.

Cerraré aquí esta propuesta de lo que deberían ser los elementos fundamentales de la democracia. Si se desea, se puede tomar esta propuesta como una tésis dispuesta a ser analizada y estudiada por los expertos de la materia. Se dará cuenta el lector que en ningún momento he mencionado que las elecciones son un elemento fundamental. Pienso que las elecciones son un mecanismo nada más que posibilita la escogitación de candidatos a una función determinada, pero cuyo ejercicio en si no garantiza el que un estado sea democrático. A través de la historia de los países latinoamericanos se puede observar que las elecciones sólo sirvieron para legitimizar dictaduras a cual más crueles.
 
dago.